NEOLITH EN EL CHASE CENTER
Una fachada digna de un guerrero
Neolith® saca lo mejor de sí en el Chase Center
Un estadio bien diseñado ofrece a una comunidad mucho más que acceso a eventos deportivos. También sirve para albergar conciertos, brinda apoyo a los vendedores y artistas locales, genera empleo, ofrece espacios sociales y atrae turistas. Por eso, cuando los Golden State Warriors quisieron dejar su antiguo estadio en Oakland para trasladarse a San Francisco, una de las grandes prioridades era integrar el recinto de forma fluida en el ambiente de Mission Bay
Aunque el equipo ya había pasado una breve temporada en San Francisco en los años sesenta, la ciudad a la que regresaban había cambiado mucho. Mission Bay es un barrio moderno, caracterizado por amplios edificios angulosos del tamaño de grandes manzanas que conforman un denso ambiente urbano.
Cuando David Manica, diseñador jefe y arquitecto en Manica Architecture, se incorporó al proyecto, lo que pedían el ayuntamiento y los Warriors estaba claro: un edificio integrado en la arquitectura local y, al mismo tiempo, que se distinguiera de su entorno. Debía tener una estética tan futurista como atemporal. Además, algo que resultaría muy importante, el cliente quería un diseño de 360 ° sin entrada secundaria ni fachada trasera para que resultara acogedor desde todos los ángulos.

El mundo material
La base del edificio quedaría especialmente expuesta al público, de modo que era importante no solo que resultara agradable y acogedora a la vista, sino que fuera resistente al impacto y a posibles actos vandálicos. El cliente quería evitar a toda costa el hormigón, así que David se embarcó en la búsqueda de un material distinto… hasta que dio con Neolith®.
Con la ayuda del socio distribuidor de Neolith®, Evolv Surfaces, se utilizó Iron Corten patinado en gran parte de la base del Chase Center en intensos tonos naranjas que revisten al edificio de una personalidad única. Para adaptarse a las necesidades específicas del proyecto, Neolith® personalizó el modelo en tres variantes además de la tabla básica.
Estoy feliz con la decisión que hemos tomado. Tiene un aspecto fantástico, tanto de lejos como de cerca. En la distancia, se capta la calidez y la textura de los paneles de piedra; cuando te aproximas a ellos, se vuelve aún más interesante a medida que vas apreciando los detalles y la precisión de las juntas
David visitó la fábrica de Neolith® en Castellón para conocer mejor sus cualidades y cómo se produce.
Cuando fuimos a la fábrica, me impresionó muchísimo la durabilidad del material. Si se pinta con espray, puede limpiarse con facilidad. Aunque tratemos de rayarlo con un destornillador, es prácticamente imposible deteriorarlo o dejar marcas. Es todo lo que buscaba, con la ventaja añadida de lo bonito que es.
Combinadas con PURETi, un tratamiento especial fotocatalítico, las tablas de Neolith® convierten los gases de efecto invernadero en sustancias inofensivas que pueden eliminarse de forma sencilla y segura, lo que contribuye a las credenciales de sostenibilidad del edificio en general. En total se utilizaron más de 1400 m2 de Neolith® en la fachada. Con el acabado especial, esto equivale a retirar de la circulación más de 1400 coches propulsados con combustibles fósiles o a plantar 360 árboles.
Además de satisfacer estas peticiones del cliente, David quería que el nuevo recinto se adecuase a su ubicación frente al mar. Ese planteamiento le llevó a buscar materiales particulares que reflejaran la historia náutica de la bahía. Un buen ejemplo de ello es el revestimiento metálico blanco del estadio, que recuerda a las depuradas y modernas líneas de la vela de los barcos.
En contraste, el interior del edificio utiliza una paleta mucho más cálida. Al incorporar Neolith® Iron Corten, David logró hacer un guiño a lo que el edificio alberga, creando la ilusión de que la cobertura blanca exterior se va despegando en puntos concretos al incorporar sofitos y revestimientos en colores más oscuros.

Cuadrar el círculo
Como complemento al edificio, Manica Architecture colaboró estrechamente con el ayuntamiento y los Warriors para garantizar que la zona que rodea al estadio fuera discreta y acogedora al mismo tiempo.
Encontrar los puntos comunes entre ellos fue la clave para que David lograra sacar adelante el proyecto con éxito.

Lo más importante es ver al cliente feliz el día de la inauguración o del primer partido, oír al público rugir, ver cómo disfrutan del edificio en su conjunto. Ese es el verdadero motivo de por qué hago lo que hago: aportar mi granito de arena en la historia.